Faba vulgaris
El terreno debe ser compacto y bien abonado, además de estar rastrillado y liso. La siembra se puede hacer en otoño, en hileras dobles separadas 25 cm. y a 5 cm. de profundidad. Antes de que lleguen los fríos se le añade tierra alrededor de los tallos, se arrancarán las hierbas cercanas y se evitará que el terreno pierda humedad. Puede necesitar tutores para mantenerlas levantadas del suelo y será necesario podar los brotes que midan más de quince centímetros.
La recolección se hace pronto, antes de que los granos maduren, ya que son indigestos y además dificultan el nuevo crecimiento de la planta.
Composición
Contiene proteínas, carbohidratos, calcio, fósforo, hierro, vitaminas ByC.
Propiedades:
Es un alimento muy energético, aunque tarda mucho tiempo en digerirse. Ayuda al desarrollo muscular y mejora las anemias.
No hay que confundirla con las habichuelas o judías secas. Al igual que las demás legumbres, hay que ponerlas en remojo la noche antes, mejor en agua caliente, aunque hay personas que las comen crudas cuando están verdes y tiernas.
Primero se les da un hervor y se escurren. Después se añade cebolla, perejil, un poco de leche, sal, pimienta y nuez moscada y se cuece durante una hora. Hay que tener en cuenta que el secreto para que se digieran bien, al igual que las demás legumbres, es que no se le añadan alimentos grasos como el tocino.